Ben Shahar: el gurú de la felicidad.
Cada semestre, unos 1.400 alumnos de distintas carreras de la Universidad de Harvard (el 20% de sus graduados), eligen la materia optativa «Mayor felicidad», impartida por el doctor israelí Tal Ben Shahar, conocido por muchos como el gurú de la felicidad. Durante sus clases, en las que se trabajan conceptos como la felicidad, la autoestima y la motivación, los estudiantes adquieren herramientas para conseguir el éxito y encarar la vida con más alegría. Ben Shahar sostiene que la alegría es un estado anímico que podemos aprender, pero que cuantas más expectativas tengamos de «ser perfectamente felices», menos lo seremos.
¿Por qué es importante aprender a ser feliz?
Con el avance de la ciencia, nuestras expectativas de vida se incrementan cada vez más, por lo que tenemos que procurar vivir estos años extra con el mayor bienestar posible. Los estudios muestran que la felicidad afecta al sistema nervioso, neuroendocrino e inmunológico y que, en general, las personas optimistas sufren menos alteraciones cardio y cerebrovasculares y son menos propensas a contraer otras enfermedades.
Aunque buena parte de nuestro optimismo pueda estar determinado por la genética, la felicidad no suele venir por sí sola, sino que tenemos que poner de nuestra parte, implicándonos activamente en aquellas cosas que nos proporcionan más bienestar.
Hay que «trabajar» la felicidad.
En esta dirección se dirigen las enseñanzas de Ben-Shahar, que él basa en los estudios científicos más recientes y en sus años de experiencia como docente. Entre las diferentes claves enunciadas por este profesor, os proponemos las siguientes para que comencéis a poner en práctica en vuestra vida diaria:
1. Ser agradecido. No importa que sean cosas grandes o pequeñas. Dedicar unos instantes diarios a expresar gratitud por lo bueno que tenemos, en vez de darlo por hecho, es beneficioso porque significa reconocer las cosas que la gente da por sentadas y cree que siempre estarán ahí. Una vez que establecemos el hábito de manifestar nuestra gratitud, ya no hace falta que pase nada especial para sentirnos felices. Nos hacemos más conscientes de las cosas buenas que nos suceden durante el día.
2. Simplificar. Hay que hacer la vida más sencilla. Ben-Shahar recomienda que identifiquemos qué es lo verdaderamente importante y nos concentremos en ello, en vez de vez intentarlo todo a la vez. No solo en el trabajo, sino también en el área personal y de ocio: “mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia”.
3. Cultivar las amistades. Los amigos favorecen que desarrollemos estados emocionales sanos (empatía, alegría, gratitud…) y que se reduzcan las emociones que nos generan sufrimiento (ansiedad, tristeza…). Cuando nos desahogamos con un amigo, éste nos suele dar apoyo y consejo, lo que hace que nos sintamos mejor, menos aislados, y que podamos ver nuestros problemas desde otra perspectiva.
4. Practicar ejercicio. En este punto, también es bueno simplificar para asegurarnos de cumplir con nuestro propósito. No hace falta machacarse en el gimnasio, ni entrenarse para correr una marathon. Basta con caminar a paso rápido 20 o 30 minutos al día, para que el cerebro libere endorfinas, esos opiáceos naturales que nos producen sensación de calma y placer.
5. Buscar propósitos. Tener metas y proyectos ayuda a dar sentido a nuestras vidas y nos proporcionan bienestar, porque nos motivan y nos ayuda a afrontar las dificultades de una manera más efectiva.
6. Perdonarse los fracasos. Es importante aceptar las debilidades y las fortalezas, no juzgarse y sabe perdonarse cuando hay fracasos. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad. Fallar no es malo si lo vemos como una oportunidad para aprender.
7. Aumentar la resiliencia. La resiliencia se asocia con la capacidad de seguir adelante, y fortalecido, después de una situación difícil o una pérdida. Para poder lograrlo es importante saber que se tiene control y que los problemas son muchas veces una oportunidad para el cambio. Como dice Tal Ben-Shahar en sus clases, “no hay que decir ‘esto me pasó por mi bien’, sino ‘qué bien puedo sacar de esto que me pasó’”.
8. Meditar. Anímate a cultivar esta practica milenaria. Reduce el estrés, nos ayuda a relajarnos, a gestionar mejor nuestras emociones y nuestras relaciones personales. La evidencia científica nos muestra que los beneficios de la meditación mindfulness son inmensos y que, meditar de manera regular, nos ayuda a equilibrarnos y a superar mejor las dificultades de la vida.
Lourdes Suárez – Psicóloga de Clínica Cobián.