El consumo de tabaco de la mujer en el embarazo y posparto, está relacionado con numerosas patologías en el feto y en el recién nacido.
El humo del tabaco contiene múltiples sustancias químicas, algunas de ellas verdaderamente peligrosas. Cuando fumas durante el embarazo, ese cóctel de sustancias tóxicas entra en tu corriente sanguínea que es la única fuente de oxígeno y nutrientes para tu bebé.
Entre estas miles de sustancias químicas hay dos compuestos que son especialmente dañinos para el feto: el monóxido de carbono y la nicotina. Ambas trabajan en conjunto para reducir la cantidad de oxígeno que le llega a tu bebé.
Cada vez que fumas, la nicotina cruza la placenta y hace que las concentraciones de ésta en el feto pueden ser hasta un 15 por ciento más altas que los niveles maternos. Además, la nicotina se concentra en la sangre fetal, en el líquido amniótico y en la leche materna. La nicotina actúa sobre los vasos sanguíneos de tu cuerpo, incluyendo los que están en el cordón umbilical, impidiendo que la sangre, que transporta oxígeno y nutrientes, llegue al bebé en la cantidad necesaria.
Además, el oxígeno es transportado hasta las distintas partes de cuerpo y al feto por unas células presentes en la sangre llamadas glóbulos rojos. Cuando el monóxido de carbono de los cigarrillos está presente en el torrente sanguíneo reduce la unión de oxígeno a estas células, disminuyendo la oxigenación del bebé.
La combinación de estas dos toxinas es la responsable de casi todos los problemas relacionados con el tabaco que surgen durante el embarazo, ya que la falta de oxígeno puede tener efectos devastadores en el crecimiento y desarrollo de tu bebé.
Te enumeramos los 6 peligros más comunes de fumar durante el embarazo:
- Retraso en el crecimiento fetal y bajo peso al nacer. La disminución en el peso al nacer que se ve en los bebés de madres fumadoras está relacionada con la dosis: mientras más fumes durante el embarazo, mayor es la disminución en el peso natal infantil.
- Los abortos espontáneos y el síndrome de muerte súbita del lactante pueden estar asociados a fumar durante el embarazo.
- Efectos de por vida en el cerebro de tu bebé, como con problemas de aprendizaje y de comportamiento en los niños.
- Mayor predisposición al asma, además de un riesgo mayor de que sean obesos.
- El recién nacido puede mostrar señales de estrés y síntomas del síndrome de abstinencia equivalentes a los que se ha reportado en bebés expuestos a otras drogas.
- Finalmente, si la madre fuma más de un paquete al día durante el embarazo, casi duplica el riesgo de que el niño afectado se vuelva adicto al tabaco si comienza a fumar.
El embarazo está considerado uno de los mejores momentos para abordar la deshabituación tabáquica, ya que durante estos nueves meses las mujeres se preocupan especialmente por su salud y por la del bebé que viene en camino. Es por ello que Clínica Cobián ofrece un “Programa para dejar de fumar en el embarazo y período de lactancia”, este período supone una motivación adicional de gran ayuda y estímulo en el proceso de abandono de este hábito.