Desde la unidad de fisioterapia de Clínica Cobián os queremos dejar 8 consejos para cuidar el suelo pélvico que os pueden ayudar a tratar problemas de incontinencia urinaria tanto durante el embarazo y posparto como llegada la menopausia.
- No aguantes las ganas de ir al baño. El estilo de vida actual nos lleva a dejar “para después” las ganas de ir al baño. Este hábito puede ser perjudicial para el buen funcionamiento del suelo pélvico, así que, cuando notes ganas de orinar o defecar, no lo pospongas ¡lo demás puede esperar!
- Cuando vayas al baño no empujes. Siéntate tranquilamente, relaja la musculatura y deja que la vejiga o el recto se vacíen solos. Hacer fuerza con la barriga para acabar antes de orinar o defecar es perjudicial. Tómate tu tiempo.
- Evita el estreñimiento. Adopta una buena postura sin inclinarte hacia delante cuando vayas al baño, cuida tu alimentación y realiza ejercicio físico.
- Es recomendable una ingesta de 2 litros de líquido al día. Debes tener en cuenta que los cafés, infusiones, frutas… contienen líquido. No te excedas con la hidratación. No se trata de forzarse a beber dos litros de agua al día.
- Si quieres fortalecer tus abdominales, procura hacerlo con ejercicios hipopresivos o depresivos. Los abdominales clásicos aumentan la presión sobre el suelo pélvico y son perjudiciales.
- Realiza una higiene adecuada de tu vulva. No lavar esta zona puede generar infecciones. Sin embargo, una higiene excesiva también es contraproducente. Lávate con agua mínimo una vez al día y, si quieres utilizar un gel íntimo, no lo hagas todos los días. No utilices salvaslips por defecto y, a diario, procura utilizar ropa interior de algodón.
- Coge conciencia de tu suelo pélvico. Ayúdate de un espejo para verlo y observa como contraes los músculos y los relajas. Fíjate en la coloración, el flujo, palpa toda la zona y si ves o notas algo distinto o raro acude a tu médico.
- Fortalece tu suelo pélvico mediante ejercicios específicos para ello en los momentos de tu vida de más riesgo como el embarazo, el posparto, la menopausia o si realizas deportes de impacto (correr, gimnasia rítmica, pesas, hípica, ciclismo…).